Un fin de semana agotador: Life is a beach.

¡Hola, habitantes de Cholopolis!

Entre a chatear, con la esperanza de que ella entre al MSN. No había nadie interesante con quien hablar, y ella no entraba desde la última vez que la había visto, hace ya 6 o 4 meses.
"Perfecto", me dije. "Yo esperanzado, con las justas reuniendo energías para presionar el botón de mi CPU, y ella no esta. A veces pienso de que ya se olvidó de mi".

Meh, ella no estaba, asi que decidi hablar, pues, con alguien. Veamos: El Chato entra todos los días, pero casi nunca hablo con él. Paso. Una de mis amigas a distancia, que conocí en un foro de Final Fantasy al cual ya no acudo más. Paso. Un pata de mi ex-universidad, a la cual fuí por tan poco tiempo que dudo que me recuerde. Paso.

Entonces, una timbrada, un tukutín! sonó en mis humildes parlantes. Era Papa (no papá, sino papa, como el tubérculo. Que tales chapas colocamos nosotros los cholos, ¿verdad?), amigo de mi promoción, y me dijo que mañana había reunión en la casa del Croata. Yo, siendo el geek friki que soy, de arranque pensé en cualquier excusa para no ir, pues las fiestas me aburren porque no se bailar y todo eso. Bueno, ustedes me entienden , ¿verdad? Sin embargo, Papa (cuyo apodo esta acortado. Su chapa completa es Papa Huayro, pero mejor no toco ese tema ahora) me exigio que fuera, porque El Croata se nos arrancaba pa'l Brasil el Lunes. Chesu. No podía creerlo. El Croata es casi como mi hermano, promoción desde segundo grado de primaria, y mi rival durante toda primaria (siempre peleabamos por sacar el primer y segundo puesto en aprovechamiento del salón). En estos casos uno no puede andar con excusas.

El sábado a las 9:30, después de ver El Dia que la Tierra se Detuvo en mi LCD, me bañe y acicalé para ir a la jato del Croata. Fuimos con Boricua y Papa en una mototaxi, porque los Covidas a esas horas parecen latas de sardinas. Llegamos a la Casa del Croata: Una GRAN casa de 2 pisos con un terreno inmenso detrás. Mi emoción era grande porque al Croata no lo veía desde tiempo.

Horas después, estabamos yo (El Mister) , Boricua, Papa, Negro, Nemesis, Jason y Cabezón, junto con el Croata y el Papá del Croata, el hermano del Croata, varios chibolos más que no conocía, ninguna fémina en 4 kilometros a la redonda, y 3 cajas de chelas.

Con tantas risas y diversión, me olvidé que había quedado con mi viejo de ir a la playa al día siguiente, a las 7 de la mañana. Chupé hasta morir (no es que yo lo haga todos los días, tan solo en reuniones. Rara vez. Solo aclaro algunas cosas por si ella me esta leyendo.) , y luego, Borrachazo y Mareadazo, me despedí del Croata para siempre en uno de los pocos momentos enternecedores en la Sociedad Limeña , llegué a mi casa con el Boricua (quien no se queria ir) y nos quitamos a dormir.

No había pasado ni media hora cuando mi viejo me despertó. Eran las 7 y la cama me daba vueltas. Mi señor padre me insistía e insistía para que me levante como habiamos quedado (y no se puede discutir con él. Ya lo intenté y no funciona. ). Carajeandome, me obligó a buscar mi ropa de baño, levantó a mi hermanito, llamó a la casa del Boricua (cuya familia todavía estaba durmiendo) y saco el carro. Yo no estaba tan seguro de querer ir a la playa en un estado así de resaca total. Pero, en fin, no podía discutir con él. Es su voluntad y se debe cumplir.

Es así como yo, con mi viejo y mi hermano, junto con Boricua y sus respectivos viejo y hermano, nos enrumbamos a Naplo. Hacía mucho tiempo que no iba allí, ya que en estos últimos 7 años solamente he ido (por obligación) a la muy picinesca Embajadores, sin olas y diversión. Todo para que mis primos esten seguros. Pamplinas.

Llegando a Naplo, empezó el chongo. No quería ver ni una botella de cerveza nunca más en mi vida, el agua estaba muy, pero muy fría, había un chorrazo de gente, el sol me convertía en chicharrón de Alvaro.... ustedes comprenden lo que es ir a una playa popular. Me compré una ropa de baño nueva, y me ilusioné de que debía curarseme la resaca con tanta agua contaminada.
Pero no fue así. Después de que me revolcaran unas cuantas olas, y gastar como 5 litros de bloqueador en mi seboso cuerpo, volvimos a Vitarte y a la civilizacíón, porque también había quedado con mi vieja para ir a la procesión de la Virgen del Buen Paso. Ewww.

Matadazo, ya no podía más. Aunque mis fines de semana son siempre monótonos ( me paso el día sentado aqui), romper la monotonía tiene sus ventajas. Me he divertido mucho, y espero se repita de nuevo, porque también tengo la ilusión de volvera Naplo y subirme al Bote Banana, del cual me he enamorado perdidamente. Los dejo, porque tengo que ir al colegio a recoger unas cosas para la matricula de mi hermano. Game Over, y pasenla bien en las playas.

La yapa

Me acaban de informar que volveré a Naplo el jueves! Yay! Bote Banana, aquí voy!

O al menos eso haría, si no estuviera horriblemente cansado. Gracias, rayos ultravioleta, por asarme vivo. Nos vemos.